Los golpes de calor en personas mayores ocurren con más frecuencia de lo que nos imaginamos. A partir de los 65 años aumenta la vulnerabilidad frente a las altas temperaturas y por ello hay que tener mayor cuidado los días más calurosos. El golpe de calor ocurre por una exposición continuada a temperaturas muy altas o por haber realizado un esfuerzo físico a temperaturas elevadas.

Durante los meses de verano las personas mayores deben evitar grandes esfuerzos durante las horas centrales del día, que es cuando hace más calor. Del mismo modo, hay que tomar medidas para evitar golpes de calor nocturnos. Y es que se estima que el 50 % de los fallecidos por golpes de calor son personas de más de 65 años.

Causas de un golpe de calor en personas mayores

Existen algunas causas o factores que influyen en la posibilidad de que ocurra un golpe de calor en personas mayores, como pueden ser:

Edad de la persona

La edad es un factor de riesgo a la hora de producirse golpes de calor. Esto es así porque las personas mayores pierden poco a poco la capacidad de percibir el calor, así que no notan tanto el aumento de temperatura y no toman medidas para protegerse. Esto, unido a que beben menos agua, puede provocar una deshidratación y un golpe de calor.

Uso de medicamentos

Algunos fármacos también contribuyen a reducir la sensación de altas temperaturas, lo que puede aumentar el riesgo de sufrir un golpe de calor. Hay que recordar que el golpe de calor se produce cuando la temperatura corporal alcanza los 41 grados, produciéndose un shock térmico que puede provocar incluso un fallo multiorgánico en el que los órganos del cuerpo pueden dejar de funcionar.

¿Cómo detectar un golpe de calor?

Existen algunos síntomas que pueden ayudarnos a detectar la aparición de un golpe de calor. En las personas mayores pueden confundirse con achaques propios de la edad, pero hay que estar pendientes por si aparecen. Los síntomas más comunes son:

  • Dolor de cabeza
  • Enrojecimiento y calentamiento de la piel
  • Pulso acelerado
  • Desorientación y confusión
  • Náuseas y sensación de fatiga
  • Boca seca y pastosa sin apenas saliva
  • Pérdida de conocimiento

Cómo actuar ante un golpe de calor en personas mayores

Si una persona mayor sufre un golpe de calor hay que actuar de la siguiente manera:

  1. Lo primero es acostar a la persona mayor y ponerle las piernas en alto con el objetivo de que la sangre le llegue con mayor fluidez al cerebro.
  2. Darle aire y espacio para que no se sienta agobiado ni con mucha gente alrededor
  3. Llamar a una ambulancia para que acuda al domicilio.
  4. Utilizar una toalla o paño para mojarlo en agua fría y aplicar sobre distintas partes del cuerpo para bajar la temperatura, como la frente, la nuca o los antebrazos.
  5. Darle de beber agua poco a poco para que vaya hidratando su organismo.
  6. Evitar que el sol y el aire caliente del exterior entren en la casa. Para ello, es recomendable cerrar persianas y ventanas.
  7. Informar a los servicios médicos de los síntomas que ha experimentado para que decidan cómo actuar según la gravedad del problema.

Prevenir golpes de calor en personas mayores: principales consejos

Para prevenir golpes de calor en personas mayores existen algunos consejos que los médicos siempre recomiendan aplicar, son los siguientes:

Hidratación suficiente

Beber líquido de forma abundante, entre 1,5 y 2 litros de agua al día es la cantidad recomendada. También hidratar la piel con cremas adecuadas.

Ropa ligera

Vestir a los mayores con ropa ligera, en tonos claros y en tejidos de algodón siempre que sea posible. Si sale a la calle, proteger su cabeza del sol con sombreros o gorras.

Alimentación ligera

Durante los días de más calor evitar platos calientes y contundentes, sustituyéndolos por recetas ligeras y frescas nutricionalmente interesantes para tener digestiones menos pesadas que no aumenten la temperatura corporal en exceso.

Mantener fría la vivienda

Bajar las persianas y cerrar las ventanas durante las horas centrales del día, permanecer en aquellas estancias más frescas y utilizar elementos como ventiladores o aire acondicionado es esencial para evitar golpes de calor en casa.

Duchas fresquitas

Dar una ducha de agua fresquita a las personas mayores puede ser de gran ayuda para reducir su temperatura corporal. Puedes utilizar agua natural o agua caliente, pero a baja temperatura.

Evitar bebidas alcohólicas y azucaradas

Aunque las personas mayores no suelen tomar este tipo de bebidas diariamente, hay que evitarlas, especialmente, en los días en los que las temperaturas son más elevadas, pues fomentan la deshidratación del organismo.

Los golpes de calor en personas mayores pueden ser muy peligrosos. Estar pendientes de su situación para evitar la aparición de síntomas es esencial para prevenir las consecuencias desagradables de este problema habitual cada verano en nuestro país.

¿Necesitas un profesional para cuidar a una persona mayor en Bilbao o en Vitoria?