Riesgo de la automedicación en personas mayores

Desorientación en ancianos: ¿qué hacer?

La desorientación en nuestros mayores puede llegar a preocupar mucho a los familiares y además puede generar angustia incluso a la propia persona mayor. Las causas pueden llegar a ser muy distintas y no siempre se debe a un tipo de demencia. En este tipo de casos debemos saber cómo actuar para poder afrontar este tipo de problemas de manera adecuada.

Desorientación: ¿qué es?

Se conoce como desorientación la ausencia de orientación temporal y/o espacial que puede surgir de manera pasajera en los trastornos de la conciencia de base orgánica (delirium) o de manera permanente (cuando hablamos de lesiones cerebrales). Es posible que aparezca en estados disociativos o en psicosis esquizofrénicas (lo que se conoce como desorientación apática).

Podemos decir que consiste en una alteración de la conciencia que se expresa durante un pequeño periodo de tiempo y que conlleva una disminución de la atención.

La desorientación es uno de los primeros pasos del Alzheimer o la demencia senil, pero esto no indica que todas las personas que sufran desorientación, padezcan una de estas enfermedades. Lo normal es que la orientación temporal sea la primera en visualizarse, más tarde la orientación espacial y por último la personal.

Normalmente se hace ver con olvidos concretos o puntuales o complicaciones para recordar el día, así como alucinaciones, intranquilidad, alteración del sueño o comportamientos agresivos de manera ocasional también pueden darse.

En ancianos, cuando la desorientación se agrava, es importante que se tenga atención médica de manera rápida e incluso hospitalización en ciertos casos. La persona puede llegar a perder la noción total tanto del lugar en el que se encuentra como del tiempo. Si nos encontramos en un caso así con un familiar, es imprescindible que mantengamos la calma y solicitemos ayuda profesional.

Causas de la desorientación

Las causas de la desorientación en personas mayores pueden ser múltiples. Vamos a listar las más comunes, pero cabe recordar que no son los únicos y que el profesional médico será quien determinará en todo momento:

  • Deshidratación por enfermedad o patología
  • Enfermedad infecciosa, pudiendo ser tanto respiratoria como urinaria
  • Cambio de domicilio
  • Cambio de ambiente
  • Alteración del sueño
  • Reacción adversa de un tratamiento farmacológico
  • Resultado de algún medicamento
  • Nivel de potasio y sodio bajos en sangre

¿Qué debo hacer cuando la persona mayor ya está desorientada?

Existen una serie de consejos que pueden ayudarnos durante el proceso y pueden hacer que se reduzca la intensidad. El principal objetivo de estas prácticas es que el anciano mejore tanto su control como la autoestima como intentar comprender todo lo que le rodea en ese preciso momento.

A continuación enumeramos algunas de las técnicas que podemos utilizar:

  • Proceso de repetición: Este proceso siempre suele ser beneficioso. Involucrar a la persona mayor en este proceso será importante. Por ejemplo preguntarle por qué día es hoy, su fecha de nacimiento, etc.

  • Calendarios y relojes donde pueda verlos: Colocar tanto calendarios como relojes en casa y en los lugares que visite de manera frecuente hará que sea consciente del día y del momento.

 

  • Hablar con ellos de manera constante: Podemos hablar con ellos del día, de una persona de la familia o recordar tiempos pasados.

 

  • Información a mano: Poner información al alcance de la persona mayor e intentar que se mantenga actualizado. Por ejemplo con las noticias o los telediarios.

 

  • Rutinas: Realizar actividades de manera diaria para evitar lo máximo posible la desorientación.

 

  • Ejercicios: Trabajar los ejercicios de estimulación cognitiva también es muy importante. Dibujar, por ejemplo, el árbol genealógico o relacionar objetos y lugares.

 

Con la desorientación de personas mayores debemos ser pacientes y tratar al anciano con la mayor amabilidad posible. No debemos gritar ya que eso favorecerá aún más la desorientación. Debemos mantener un entorno tranquilo y ayudarle a que recuerde poco a poco, con frases cortas y fáciles.

 

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